miércoles, 24 de febrero de 2010

UN PEQUEÑO FALLO EN LA DIALÉCTICA

Corre el año 1977.Por aquel entonces,NUMAX es una empresa de electrodomésticos y motores para maquinaria,con una plantilla de 250 trabajadores y sede en Barcelona. Puede que sus productos todavía den la talla en materia de calidad, pero lo cierto es que están quedando rápidamente desfasados,especialmente en cuestiones tales como imagen y diseño,y no pueden competir con productos similares de marcas japonesas,europeas, norteamericanas.
En ese momento la empresa posee varias instalaciones,entre ellas un gran edificio en una zona céntrica de Barcelona,el Ensanche.Un edificio que podría ser vendido,por una gran cantidad de dinero que ingresar,en lugar de la que habría que gastar para poner al día a la empresa…
La empresa comunica a sus trabajadores una serie de despidos,aparentemente injustificados,a los que éstos contestan iniciando paros de protesta en solidaridad con los despedidos. A su vez,la respuesta de la dirección es una carta de sanción colectiva,así como la comunicación de otros trece despidos.Comienza a circular una terrible sospecha:Lo que la empresa podría estar buscando es provocar a los obreros para que con su huelga,y los consiguientes perjuicios económicos que causaría,quedase justificado el expediente de crisis,la suspensión de pagos,el cierre definitivo,lo cual dejaría a los patronos camino libre para la venta del edificio.
Poco o nada podían esperar los citados patronos el desenlace real de los acontecimientos…
La huelga llegó.Más concretamente,una huelga descontrolada que duró varios meses.Sorprendentemente rematada con la ocupación de la fábrica,( ya abandonada por sus propietarios), por parte de los trabajadores.Algunos de los cuales son miembros de algunas de esas organizaciones obreras que han estado luchando contra la dictadura durante cuarenta años (y,por tanto,no me refiero al PSOE),aunque llame la atención el hecho de que no parezca ser algo conocido de manera concreta en ningún momento.
Militar en esas organizaciones supone para ellos haber podido acceder a conocimientos que resultan verdaderamente útiles en momentos como lo eran esos para ellos.Meras palabras,solo conceptos teóricos si no se tienen la ocasión y el valor necesario para llevarlos a cabo.Pero ellos dispusieron de ambos requisitos.Y por eso,cuando se crea la Asamblea de Trabajadores,hay gente que forma parte de ella que puede aportar propuestas como la que finalmente se llevaría a cabo: Autogestión.Seguir adelante sin los patronos,demostrar que el jefe no es la pieza imprescindible en el trabajo ni mucho menos.Algo que no era nada fácil,pues de acuerdo con las leyes de mercado capitalistas,lo tenían casi todo en contra:La descendiente competitividad del producto,la imagen de la empresa tras lo sucedido,su nula experiencia en las nuevas funciones que debían desempeñar…
En 1979,la mayoría de los 69 trabajadores que aún forman la Asamblea decide rendirse,cerrar la fábrica y acogerse al seguro de paro.(Los después conocidos como “10 millones de Suárez”).En la “Caja de resistencia”,el fondo común de la Asamblea,quedaban 600,000 ptas.Suficientes para un último esfuerzo:El de contar a la gente lo que les había pasado para intentar evitar que se repitiera,para ayudar a la lucha contra la explotación.Podía ser un libro,escrito entre todos.O podía ser una película…
Contactaron con Joaquim Jordà,un director de cine barcelonés comunista militante, y con él comenzaron el rodaje de “NUMAX presenta…”,la película-documento-testimonio que legarían a la posteridad.Una película en la que ellos llevarían en todo momento la voz cantante y que,precisamente por ir siguiendo lo que les iba ocurriendo a sus protagonistas,deja claro desde su primera escena que su final no está escrito,que solo se escribiría cuando llegase.
El verdadero valor de este documental,al menos para mí,radica en el hecho de que son ellos mismos,los miembros de la Asamblea,los que hablan con libertad.Precisamente por ello podemos apreciar el daño que tantos siglos de esclavitud han hecho a la gente corriente.Daño intencionado y sofisticado que los amos han causado a los esclavos al ir sometiendo sus mentes a la par que sus cuerpos,hasta conseguir hacerles creer en supuestas “verdades” que no lo son,y que lo único que hacen es perpetuar la esclavitud de la que intentan huír.
Ése, y no otro, es el conocido error de la Dialéctica al que hago alusión en el título de esta entrada. El que explica,por ejemplo, que personas que se ven injustamente perjudicadas por la existencia de los privilegios,en lugar de luchar por la abolición de dichos injustos privilegios,se esfuercen por sumarse al número de los privilegiados,colaborando asi a que subsista el mal que a ellos mismos atacó y del que se defienden como pueden.El que explica,también,que haya esclavos que en lugar de luchar por abolir la esclavitud,luchen por convertirse en amos,perpetuando asi la esclavitud.
Es así como pese a ser todos miembros de una misma clase,atacados por el mismo enemigo,inmersos en el mismo problema,velando supuestamente por unos intereses comunes,sin embargo,casi siempre habrá divergencias en el seno de los que deberían estar unidos,especialmente cuando se toman medidas para que la igualdad nominal se convierta en real.Ejemplo: Una vez que los obreros toman el control,se propone que todos ellos cobren igual prescindiendo de rasgos que los diferencien,como la antigüedad.Entonces surge quien,cuando se sabe arriba,cree justificado sentirse superior a sus iguales.(Veríamos si defendía la desigualdad al estar abajo en lugar de arriba,claro),y discrepa de los objetivos de la lucha si se le pretende hacer renunciar a sus privilegios.Pues bien,debería quedar claro que en todo grupo de iguales,un disidente trabaja para el enemigo sabiéndolo o no.
Otro momento muy revelador de la facilidad con la que el esclavo empieza a imitar al amo,y por tanto a perseguir intereses totalmente contrapuestos a los suyos,y de las consecuencias que ello tiene,llega cuando miembros de la Asamblea ven la necesidad de dotarse de algo parecido a unos estatutos,unas reglas de obligado cumplimiento que prevean castigos,que intenten asegurar el horario de entrada,la duración de las jornadas,etc.Evidentemente,esta actitud choca con la disconformidad de una parte importante de la Asamblea,llegando alguno de sus miembros a expresar su desagrado ante la sorpresa que para ellos suponía toparse inmediatamente con una segunda explotación,proveniente en esta ocasión de quienes,como ellos,habían sido víctimas de la primera.(Pocos símbolos inmediatos más claros de un amo hay que el hecho de que quiera poner reglas y anunciar castigos a aquel a quien no podría hacerle eso si fuera su igual en vez de su inferior).Si un grupo de iguales viera la necesidad de reglas,las buscaría entre todos,en lugar de depender de que un,o varios,iluminado(s) decidiera(n) y les anunciara(n) que eran necesarias.
El enésimo signo visible de que es el enemigo quien intenta separar lo que debe estar unido, se nos cuenta a propósito de una reunión de la Asamblea con los patronos cuando éstos aún no habían puesto pies en polvorosa acompañados de las personas de confianza que durante un tiempo dejaron al control y vigilancia de lo que pasaba en la fábrica.Los trabajadores quieren acudir a la reunión todos juntos,cuando los patronos les comunican que solo aceptarán encontrarse con tres de ellos como representantes de los demás.Divide ut regnes…
Al documental no le faltan elementos típicos del drama.Como esa primera escena de presentación de los protagonistas de la obra,donde oímos a una de los miembros de la Asamblea ponernos en antecedentes del caso,y mencionar la idea que me dio pie a esta entrada : Los trabajadores están despertando y rechazando algunas ideas que se les han inculcado desde pequeños,como la propiedad privada… O también,como esa representación que presenciamos un poco más tarde,con la que se nos pretende contar lo que los trabajadores no han podido ver con sus propios ojos: La evolución de la empresa desde su fundación y el por qué de los planes ocultos de los patronos.
El final lo forman las imágenes de la fiesta de despedida montada por los trabajadores,y que incluía la actuación de un grupo musical que interpretaría,entre otros temas,el famoso tango “Adiós,muchachos”.Mientras los miembros de la Asamblea y algunos familiares comen,beben,charlan y bailan,la cámara se pasea entre ellos preguntándoles qué harán después de NUMAX. Algo en lo que todos parecen estar de acuerdo es querer salir del trabajo en cadena,de la vida de la fábrica,de la explotación de los patronos,pero¿Sería así?
No hay que olvidar que eran los tiempos de la repentina y pomposa Transición,que suplantó a la tan largamente anhelada Ruptura.Todos los que estrenaban poltrona estaban ansiosos por estabilizarse en ellas,porque pareciera que se habían acabado las rencillas,que ya no había conflictos sino Reconciliación…Quizá por eso mismo el PCE de un Carrillo fácil de reconocer en la representación antes mencionada,les volvió la espalda,como así mismo hicieron los sindicatos.Organizaciones que,como cuentan los protagonistas,intentaron subirse al carro cuando todo estaba ya en marcha, para ser ellos quienes dirigieran el proceso de acuerdo a sus propios y oportunistas fines del momento,y apuntarse así el tanto de la victoria.No se les permitió.
No se les permitió y,además,la victoria acabó por no llegar,porque los luchadores se rindieron.Al menos,así lo vieron las organizaciones obreras así citadas,que retiraron todo su apoyo a la película,cuyo negativo permaneció enterrado en los almacenes de un laboratorio. Más de 20 años después,tras el cierre de éste,una sentencia judicial secuestró todo el material que aún se hallaba allí,y el negativo original fue recuperado después de unas gestiones de la Filmoteca de la Generalitat de Cataluña,que inmediatamente restituyó su propiedad al director e impulsó el rodaje de una segunda parte.Pero eso,como escribiría Kipling,es ya otra historia…

jueves, 4 de febrero de 2010

Invisibilidad, empujones y puertas que se abren


Ha habido un largo silencio, fruto de una atareada vida que parece que nos deja siempre con la sensación de no tener las suficientes horas al día para hacer lo que nos gustaría pero que, a la vez, consigue que en algunos momentos, tengamos la sensación de que los días son demasiado largos.
Hoy os quería hablar de la asombrosa capacidad que tienen algunas personas por hacerte creer que eres invisible. Hace años, leí un artículo genial de Quim Monzó en el que hablaba de lo mismo, él contaba, si mal no recuerdo, que a veces iba a un bar y quería pedir algo en la barra y no le hacían caso y a él le entraba la duda, vergonzosa pero tan real como una patada en el estómago, de que tal vez fuera invisible. Cuando leí ésto pensé ‘no soy a la única a la que le pasa’.
A veces, voy en el metro y parece que la única persona en el mundo que se preocupa por no dar un golpe a los demás o de que no se lo den, soy yo. Si consigo sentarme, pienso ‘ya verás como no te verán e irán a sentarse encima de ti’ y la duda continúa y continúa hasta que llego a la salida y paso entre los sensores de las puertas que me conducen al exterior y pienso ‘ésta es la prueba de fuego: si soy invisible, no se abrirán’ pero entonces, es cojonudamente agradable cuando las puertas me reconocen y me dejan pasar.
Con los años, he ido aceptando que no soy invisible y, hasta la fecha, nadie se ha sentado encima de mí ni en el metro ni en el autobús. Sin embargo, ésto me ha creado otra duda, otro problema que trato de resolver: ¿si no soy invisible, por qué simulan que no me ven?
Y en eso estoy, tratando de entender por qué algunos se empeñan en fingir algo que es imposible, realmente preferiría que no lo hicieran, que me dijeran directamente aquello que me fastidia tanto que no me digan. Porque ahora ya no hablo de empujones en el metro, ahora hablo de empujones mucho peores, de esos que te duelen porque no te los esperas y crees que no te mereces, de los que te impactan directamente hasta humedecerte los ojos de rabia y de impotencia.
Sí, llevo una temporadita difícil, he tenido unos cuantos días de esos de ‘mejor que me hubiera quedado en casa’. Sin embargo, aunque me cabrean, ahora ya he aprendido: sé que las puertas al final, cuando encuentro la salida, se acaban abriendo porque eso, afortunadamente, no depende de ellos...¡y cuánto me gusta!